Bueno, te cuento que no sólo se hacen vinos sino que son excepcionales como muchos de los que se elaboran en el Valle Calchaquí a una altura que varía entre los 1.200 y los 1.750 m.s.n.m. También te cuento que la palabra Catamarca proviene del idioma quechua y significa “fortaleza en la ladera” y, sin duda, de eso hablan sus vinos.
El polo vitivinícola catamarqueño está ubicado en el valle de Tinogasta, a 300 km al oeste de San Fernando del Valle de Catamarca (la ciudad capital de la provincia). Es ahí donde la industria vitivinícola crece en un paisaje coronado por los Seismiles (las cumbres más altas de América). En los valles de Catamarca las variedades tintas como el Cabernet Sauvignon, Malbec y Syrah se dan con excelentes resultados, aunque el Torrontés Riojano registra la mayor superficie cultivada.
Hoy te quiero presentar a Masaya, un vino con corazón catamarqueño que lanzó recientemente mi amigo @ale.amorini que, además, dirige @akitaniacasadevinos Un proyecto armado en conjunto con @bodegaveralma ,uno de los grandes exponentes del vino de Catamarca.
Como estas son muchas las bodegas que se abren paso desde esta región de nuestro país con grandes vinos, así que te animo a que los conozcas si aún no lo has hecho.
Contame, vos ¿Qué experiencia has tenido con los vinos de Catamarca? ¿Cuáles conocés? Te leo 📲
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