
La respuesta es: 𝗠𝗜𝗧𝗢 𝗧𝗢𝗧𝗔𝗟. Ayer lo reconfirmé de la mano de Hugo Magalhaes y Andres Agnello de @ballcorporation una empresa con más de 20 años de historia acompañando el vino en lata en el mundo (Sí, sólo para nosotros es algo nuevo 😄) y lo que me dijeron fue:
1️⃣ La lata tiene por dentro un barniz apto para alimentos y el líquido nunca está en contacto con el aluminio. Además, se hacen testeos para verificar que la bebida no interactúe y se vea modificada por este barniz.
2️⃣ El mito viene de cuando las latas eran de acero, comentó Hugo, y en ese entonces sí había variación sensorial.
¿𝑄𝑢é 𝑝𝑟𝑜𝑏𝑎𝑚𝑜𝑠 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑣𝑒𝑟𝑖𝑓𝑖𝑐𝑎𝑟𝑙𝑜?
Al rico, suave, dulce y muy popular 𝐶ℎ𝑒𝑛𝑖𝑛 𝐷𝑢𝑙𝑐𝑒 𝑁𝑎𝑡𝑢𝑟𝑎𝑙 de @bodegasantajulia que tiene su versión en lata con un poco más de gas para no perder ese ruidito que tanto nos gusta al momento de abrir la lata bien fría. Y digo bien fría porque este vino se sugiere beber a 4°/8°, según nos aconsejo 𝐸𝑙𝑖𝑎𝑛𝑎 𝑀𝑎𝑙𝑑𝑜𝑛𝑎𝑑𝑜, 𝑒𝑛ó𝑙𝑜𝑔𝑎 𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝑏𝑜𝑑𝑒𝑔𝑎.
"𝑈𝑛 𝑓𝑜𝑟𝑚𝑎𝑡𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑙𝑙𝑒𝑔ó 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑞𝑢𝑒𝑑𝑎𝑟𝑠𝑒" 𝑐𝑜𝑚𝑜 𝑛𝑜𝑠 𝑑𝑖𝑗𝑜 𝑆𝑜𝑙𝑒𝑑𝑎𝑑 𝑀𝑎𝑦𝑜𝑟𝑔𝑎, 𝑗𝑒𝑓𝑒 𝑑𝑒 𝑚𝑎𝑟𝑘𝑒𝑡𝑖𝑛𝑔 de la bodega afirmación con la que coincidió porque como saben ya hay más de media docena de opciones.
Yo creo que tiene sus ventajas:
✔se enfría rápido
✔ la lata de 355ml contiende 2 copas siendo ideal para consumo individual
✔te permite consumirlo en diferentes situaciones sin necesidad de copas, sacacorchos o complicaciones
✔además es un envase ♻️ reciclable
Y vos ¿Te le animás al vino en lata? Contame ¿Cuál ya probaste?
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